Un regalo envuelto en pañales
Es época de Navidad, sinónimo de alegría, fiesta, familia, amigos y, por supuesto, regalos. Seguramente ya recibiste y abriste por lo menos uno. No sé si recibiste lo que deseabas o si fuiste sorprendido con algo totalmente inesperado. De lo que casi puedo estar segura es de su envoltura. Y es que el contenido de los regalos puede variar, pero lo que casi todos tienen en común es su envoltura: papel. Y digo “casi todos” porque hay regalos que tienen envolturas inusuales. Como el regalo del que te hablaré hoy. Y, dicho sea de paso, se trata del mejor regalo de todos.
Por lo general, los regalos vienen de las personas que nos aman y que demuestran su amor dándonos obsequios. Hay alguien que nos ama tanto, tanto que nos dio lo más preciado para él: nuestro Padre Celestial. En su infinito amor y misericordia, Dios envió a la tierra a su hijo Jesús en rescate de la humanidad caída. Jesús llegó como un regalo especial, pero muy frágil, en una envoltura poco común.
La Biblia dice en Lucas capítulo 2 que Jesús nació en la ciudad de Belén. En esa misma región, había pastores que velaban y cuidaban su rebaño, cuando un ángel se les apareció para darles una gran noticia: Les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. El ángel les dijo cuál era la señal para encontrar ese maravilloso regalo:
“Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre” Lucas 2:12

Así fue, los pastores encontraron al pequeño Jesús envuelto en pañales y acostado en el pesebre. El mejor regalo que ellos y nosotros podemos recibir no estaba envuelto en papel, sino en pañales. Un bebé frágil e indefenso que inspiraba amor y deseos de tomarlo en los brazos y acercarlo al corazón. Como los pastores, alegrémonos nosotros también por el privilegio de recibir un regalo tan especial. Porque ese mismo bebé que veían envuelto en pañales, un día iba a ser envuelto en telas de lino y puesto en una tumba después de morir en una cruz por nuestros pecados.
“Entonces tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los judíos.” Juan 19:40
Si ya abriste muchos regalos y aun así te sientes vacío, es porque aún no has recibido el mejor regalo de todos, pero aún estás a tiempo. Si esta Navidad no recibiste nada de nadie, recuerda que hace más de 2,000 años Dios te envió un regalo sin igual: Jesus!
El mejor regalo es para todos, sin excepción, esta Navidad.
Recíbelo y guárdalo siempre cerquita de tu corazón.