¿Sabio o necio?
La ultima vez que estuve en la playa y camine sobre la arena recorde la parábola que Jesus contó a sus discipulos y a una gran multitud en una montaña. Se trata de la parábola del hombre necio y el hombre sabio que encontramos en Mateo.
“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina”
mateo 7:24-27
Jesus contó esta parábola al final del famoso sermón del monte. Este sermón que encontramos en Mateo capitulos 5 al 7 esta conformado por una serie de temas que Jesus enseñó. Desde las bienaventuranzas, el padre nuestro, el ayuno, la regla de oro, hasta temas como el afán y la ansiedad, el amor a las riquezas y el trato a nuestro projimo.
En resumen, estos dos capitulos de la Biblia nos muestran principios importantes que si aplicamos a la vida diaria pueden hacer de nosotros personas sabias. Esa precisamente era la idea que Jesus estaba tratando de transmitir y uso la parábola del hombre necio y el hombre sabio para explicarlo mejor. Metafóricamente usa el ejemplo de dos constructores. Uno que edifica su casa sobre la arena y otro que edifica su casa sobre la roca. Al venir la tempestad una casa cae y la otra queda de pie.
Jesus compara a todos los que oimos su palabra con estos dos hombres. Todos somos constructores, que estamos tratando de edificar nuestra vida, nuestras familias, nuestros planes y nuestros sueños. Y mientras lo hacemos vendran las tormentas de la vida. Dolor y aflicción. El exito de mantenernos de pie aun en medio de la tormenta radica en nuestro cimiento. ¿Sobre que estamos construyendo?
¿Acaso eres como el hombre necio, que aun conociendo la verdad divina prefiere edificar sobre sus propias ideas? ¿O eres como el hombre sabio que oye y pone en practica la palabra de Dios y sobre esa palabra edifica su vida y sus planes?
No hay mejor cimiento para edificar con exito, que la palabra de Dios. Sus enseñanzas y estatutos nos pueden librar de mucho si solo las ponemos en practica, porque no es suficiente oir es necesario hacer. Por el contrario confiar en nuestras propio criterio es sinónimo de fracaso.
Pregunto de nuevo… ¿sobre qué o más bien sobre quién estamos construyendo?
La Biblia habla de Jesus como la roca eterna e inconmovible. Se sabio, edifica sobre El y su palabra.
El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi salvador;
mi Dios es mi roca, en quien encuentro protección.
salmos 18:2